y cuando cayeron bajo nuestro peso, cogimos otros al instante.
El sur nos recibió al anochecer, cazzo nel culo
nos espetó un bronceado mesonero en Reggio.
En casa nos esperaba un jardín desierto y la luz de la tarde,
las tablas que crujían en el piso, unas sábanas frías.
Todas las estaciones de aquel viaje estaban ya escritas:
un documento que anuncia la reiteración y la irrepetibilidad de todo.
Marcin Kurek, incluido en Poesía a contragolpe. Antología de poesía polaca contemporánea (Prensas Universitarias de Zaragoza, 2012, selec. y trad. de Abel Murcia, Gerardo Beltrán y Xavier Farré).
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