es un recuerdo que galopa por Salasoledad
no hay relincho
no hay relincho
se ahogó entre sabanas.
La Niña de la Pradera incendiaria
escucha al Grillo perdido
se da cuenta que algún día morirá
tiembla de miedo
y Grillo deja de cantar.
Suena el teléfono, nadie contesta.
Salasoledad se ha quedado con faldas oaxaqueñas
de las faldas surge un hilo idea
jirón de camisa campesina.
Una pezuña sobre el fango
devuelve las entradas del juego de pelota
y una piedra labrada forma la frente de la Niña.
Para comprobar la edad de Niña perdida
Caballo carbono 14 mide las entradas de su frente
cuenta las patitas del Grillo perdido
y rellena las grietas del suelo
con maderas podridas.
Mariana Rodríguez en Jornadas interminables, incluido en Astronave. Panorámica de poesía mexicana (1985-1993) (Ediciones de Punto de partida, México, 2013, comp. de Gerardo Grande y Manuel de J. Jiménez).
Otros poemas de Mariana Rodríguez
Ian Curtis
Toca aquí para ir al Catálogo de poemas
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tomo la palabra: