pruebo achicharrarme el costado.
Con un cuchillo me levanto las uñas de la mano
y también las uñas de los pies.
¿Cuánto podré aguantar?,
mido la altura de mi imaginación.
Demasiadas palabras y demasiados problemas,
es la metafísica de la torre de babel
que yo sacudo.
Digo derrúmbate, derrúmbate
hasta que se derrumbe.
Sin embargo, como le sucedió a un poeta,
una espina verde de la primavera tardía
se me clava. Finalmente me mata.
Esta es la realidad.
Un corpezuelo físico compuesto de siete partes de agua,
¿qué haré con esta vergüenza,
maestro?
A punto de suicidarse,
su estúpido discípulo Kirilov.
Nota del blog: Stravogin es un personaje de la novela Los endemoniados o Los demonios, de Fiodor Dovstoieski.
Kim Chun-su, incluido en Selección de poesía coreana moderna (s.l., s.a.).
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