arráncalo o tíralo.
Mateo 18,9
Labios humeantes
de un carbón apagándose
viste en esta lengua colores
los miembros esforzándose y cediendo, esforzándose y cediendo,
hasta que el tiempo y esfuerzo
los deshagan.
Las manos solo entraron en juego mucho después
el sabor el sonido el olor primer
y la mirada en todo, aunque
en este teatro de sombras:
insatisfechos mientras todo reposa
los ojos leen en los párpados
el libro de la noche
y porque son ellos los que traen la primavera al cuerpo
solamente los ojos no se sacian.
Adriano Scandolara, incluido en Inventar la felicidad. Muestra de poesía brasileña reciente (Vallejo & Co. Internet, 2016, selec. de Fabricio Marques y Tarso de Melo, trad. de Fabrízia Ribeiro).
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¡Hermoso!
ResponderEliminarUtilizaste bien la cita bíblica.
Dios te bendiga.
Me alegro de que te haya gustado. Un abrazo.
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