Cuando 1.000 pájaros muertos caen del cielo,
no hay donde guarecerse
no hay enclave
en este que la jodan
en su mentalidad, en esta
conspiración visceral de disidentes.
Nosotros, los mutilados.
Nosotros, el hombre que se inclina
con el sombrero arrugado
en la mano, pregunta:
¿qué?
Se levanta,
aguarda.
Pero hay fruta.
Y tenemos manos.
Venga.
¿Lo ves?
Y él puede alzar la vista y suspirar, ¡es tan bonito!
Y decir, sí, ya lo veo, ¿pero qué quiere decir?
El dolor nos vuelve sentimentales.
Cassandra Troyan, incluido en Vomit: Antología de poesía joven norteamericana (El Gaviero Ediciones, Almería, 2013, selecc. de Luna Miguel, versión de Luna Miguel).
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GRACIAS COMO SIEMPRE ABARAZOS
ResponderEliminarA disfrutarlo. Un abrazo.
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