la estufa
un pobre santuario de carbón
arrinconado en una muerte breve,
a tu espalda mis ojos resbaladizos
subyugados por la frente que más amé
cuando sostuve otra vida corpórea
pero igualmente solitaria.
en este gran momento
en que te miro buscar seleccionar
en las voces innúmeras del poema
con que dejar mi historia recitable
para el patio de los famosos actos cívicos
en las escuelas privadísimas de la República
y que dijeran para siempre de mí:
tuvo la cara más rupestre del siglo
y no pudo ocultar su confusión
cuando tu inteligencia tuvo un día
de riendas contra el aire.
atiéndeme José Martí
para que evites de una vez ese poema
que no soy el cadáver de hielo
ni el cadáver de un amor que sentías
como hijo del halago
sino una brasa oculta
ardiente como la hoguera de tu soledad
brasa cayendo brasa hasta el último instante
en que condensé toda el agua del río
a medida que fui sin remedio hacia el fondo.
Lina de Feria en A mansalva de los años (1990), incluido en Poesía Cubana. Antología esencial (Visor Libros, Madrid, 2011, ed. de Víctor Rodríguez Núñez).
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