El difícil concierto y la medida
del silencio, sin pauta ni frontera,
en ejemplares líneas prisionera,
su verdad guarda y deja establecida.
Armonía dichosa que, asistida
por la fortuna y la razón certera,
rueda su frágil, impecable esfera,
por el témpano firme sostenida.
¿Dónde, dime, la norma o academia,
la balanza que estricto el fiel consigue,
la clave del callar que siempre atina?
Mas ¿para qué? Saberlo no me apremia:
la dulce bestia que mis pasos sigue
tendría allí su muerte repentina.
Rosa Chacel en A la orilla de un pozo (1936), incluido en Peces en la tierra. Antología de mujeres poetas en torno a la Generación del 27 (Fundación José Manuel Lara, Sevilla, 2010, ed. de Pepa Merlo).
Otros poemas de Rosa Chacel
A la orilla de un pozo (15, 21)
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Poesía clásica rimada, musical. Me hace recordar Eguren, que solo he leído
ResponderEliminaraquí...l,
Eguren es algo más musical. Chacel es más sobria, al estilo castellano.
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