Este fue el fin de un hombre, pero también murieron
Diez trajes, veinte camisas, corbatas de Clare College
Y bufandas, en Radiograma, cien discos bailables
Y las Cuatro Estaciones de Vivaldi, conchas recogidas
En Ibiza y en Sark, libros de Faldón y Skira
Sin pastas, retorcidos —veinte invitaciones
Para Bailes de Gala y otros bailes, algunos a cumplirse todavía.
Gin, Whisky, Cointreau, Kirsch, Drambuie,
Y una carta de su madre sin abrir,
Una carta incompleta a un jefe de Regatas.
Y ya su abuelita aún vivía
Esas ollas con plata que él hubiera heredado
No murieron, pero a sus posesiones
Quién podría devolverles la vida, quién
Salvar a Humpty Dumpty oscilando en un muro sobre el mar?
Murieron
Porque él había vivido para ellas.
En la muerte comparten ese cuarto —nadie sabe
Que él vivió alguna vez, ahora que sus cosas están muertas.
Peter Porter, incluido en Poesía inglesa contemporánea (Barral Editores, Barcelona, 1975, versión de Antonio Cisneros).
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