Tañía el sol sus llamas
en los cántaros húmedos del viento
de rocío y paisaje
que alargaba el elástico sendero.
Desentumecimientos.
Carnes del trigo;
espigas en mis manos.
Jadean los aromas;
temblequean cual besos los caminos.
Silencios verdes de los bosques rojos
apretados de gozo y alegría.
¡Enloquece en mis ojos la mañana!
Jacobo Fijman en Molino rojo (1926), incluido en Poemas (Olifante, Edic. de poesía, Zaragoza, 1985).
Otros poemas de Jacobo Fijman
Canto del cisne, Requiem
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"Apretados de gozo y alegría" me encanta esta "line"
ResponderEliminarEs un poema muy expresivo, desde luego.
EliminarQuerido Paco: Espero que, gracias a ti, algún lector -o lectora- despistado pueda conocer la altura del loco Fijman, una de las voces sin duda irremplazables de la profusa poesí argentina del siglo pasado y que ha de seguir siendo reivindicada. Yo truve la suerte de leerlo hace ya unos añitos, que fui aconsejado por mi editora (Libros de Alejandría, ed), poeta y amiga Marta Cwielong. Y, curiosamente, o no tanto, en mi último poemario en prensa, Les roses de Lancelot, incluyo una cita del mismo en la página inicial y pórtico, aunque ésta pertenece a la última etapa del poeta, la del sanatorio y los primeros intentos de suicidio...
ResponderEliminarUn abrazo generoso,
Pere Bessó.
Buenos poetas en Argentina si, y aparte de Jaoco, más conocidos Girondo y Borges y algo menos Macedonio Fernández o Antonio Requeni y Joaquín O. Giannuzzi.
EliminarUn abrazo.