Un oficial, llegado del norte de África, se sorprende de que mis “condenados guerrilleros” -como les llama- se expresen en una lengua cuyo sentido a él no se le alcanza, por ser reacio su oído “habla de las imágenes”. Le hago notar que las jergas no pasan de ser pintorescas, mientras que la lengua de uso corriente aquí se debe a la maravilla que comunican los seres y las cosas en cuya intimidad vivimos continuamente.
René Char en Hojas de Hipnos (1943-1944), incluido en Poesía esencial (Galaxia Gutenberg-Círculo de lectores, Barcelona, 2005, ed. y trad. de Jorge Riechmann).
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El poema de Reé Char, admirado poeta, grande, grande, grande, no es de los mejores y abre el debate de la naturaleza de las lenguas. En el contexto que Char ubica el poema está claro la utilidad y necesidad de comunicarse con un istrumento vehicular o Koiné, si es preciso, aunque él confunde con lengua corriente.
ResponderEliminarA René, maquisard y héroe de la resistencia, comunista del PCF como la mayoría de sus compañeros en esos momentos,no se le podía pasar por alto que lo que llamaba "jergas" (ignoro si la escasa precisión aludía a patois) son, en no pocas ocasiones, substancia y alma de la lengua, permítaseme el idealismo de la metáfora, y como tal, fuente de registros y expresividad...
En todo caso, el gran poeta René Char tiene miles de poemas en su edición de Quarto, Atélier du poète, de Gallimard para gozar quienes se provean del francés.
Pere Bessó
Lo ideal siempre es leer a los poetas en sus lenguas originales, pero claro, casi nunca es posible, jajajajaja. Un abrazo.
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