Una sociedad democrática no puede seguir olvidando que todos los seres humanos tienen la misma dignidad intrínseca, independientemente del trabajo que realicen. Por tanto, no se puede posponer por más tiempo el reconocimiento de derechos laborales y sociales a quienes ejercen la prostitución. Sin embargo, en los últimos años se ha endurecido la presión policial sobre las trabajadoras y los trabajadores del sexo en muchas ciudades españolas, paralelamente a una campaña abolicionista de la prostitución.
Es evidente que hay que perseguir a las mafias que trafican con mujeres y las obligan a prostituirse, y que hay que proteger a estas mujeres para que denuncien a sus explotadores. Para ello, el Estado cuenta con suficientes instrumentos. Pero, contra lo que se quiere hacer creer, buena parte de las mujeres que ejercen la prostitución lo hace de forma voluntaria, aun con todos los condicionantes que una sociedad como la nuestra impone a cualquier persona a la hora de elegir un trabajo. Como señala Hetaira (colectivo para la defensa de los derechos de las prostitutas), una de las mayores violencias que se ejercen contra estas mujeres es la criminalización que se hace de ellas y del entorno en el que desarrollan su actividad, no reconociendo ésta como trabajo y negándoles sus derechos tanto como trabajadoras como ciudadanas.
El proyecto de publicación de Puta poesía (Editorial Luces de gálibo, Málaga, 2010) nació hace un año como una modesta forma de solidaridad con estas mujeres y en particular con Hetaira, el colectivo que más se ha significado en la lucha por la dignidad y los derechos de las prostitutas y al que Luces de gálibo donará la totalidad de los beneficios que obtenga por la venta de este libro y los autores y las autoras ceden sus derechos.
Ochenta y un poetas participan con sus obras en esta compilación a requerimiento de este editor o de otros poetas que se hicieron eco del proyecto y contribuyeron a su difusión. En este sentido, he de mostrar mi especial agradecimiento a Francisco Cenamor y a Isabel Bono, quienes multiplicaron por mucho mi escasa capacidad de convocatoria.
La mayor parte de los poemas que aparecen en estas páginas son inéditos. Cuando no es así, la correspondiente referencia bibliográfica aparece al pie del texto. Como se comprobará, la presencia de la prostitución en los poemas unas veces es central y otras, apenas tangencial. Del mismo modo, su tratamiento es muy diverso, como diversa es la visión que tiene nuestra sociedad del tópicamente considerado oficio más viejo del mundo.
Ferran Fernández, editor de Luces de gálibo
Me gusta la iniciativa!!
ResponderEliminarLas putas también tienen sus derechos!!
Un abrazo
Ya iré anunciando las diferentes presentaciones. Un abrazo.
ResponderEliminaraplaudo la irreverencia, el arrojo y la dignidad..
ResponderEliminarParece que estas cosas siempre se le suponen a la poesía.
ResponderEliminarExcelente iniciativa y espero que sea un éxito total
ResponderEliminarYo creo que sí que va a tener bastante éxito. Un abrazo.
ResponderEliminarCon tu permiso le doy difusión en mi blog.
ResponderEliminarwww.desanclando.blogspot.com
Un saludo!
Creo que no conocía tu blog. Me quedo con la dirección para echarle un ojo más despacio. Un abrazo.
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