martes, 2 de junio de 2009

'Recuerdo de Benedetti', un artículo del poeta mexicano José Antonio Banda

Uno nunca sabe cómo hablar sobre alguien que recién ha dejado este lado del río para pasar al otro, al que paciente nos espera. Sin embargo, recordando una pequeña anécdota que sucedió hace unos meses, cuando me encontraba en Madrid preparando mi vuelta a México, durante una despedida en el departamento de unos amigos chilenos, uno de ellos me obsequió un disco de poesía de varios autores. Posteriormente, al terminar el festejo, ya con el característico sabor de boca que queda luego de una larga despedida, esa noche, al volver a casa, coloqué el disco en el aparato reproductor y escuché atento y sin prisa una voz con acento metálico que comenzaba a decir:

Me jode confesarlo
pero la vida es también un bandoneón

Esas palabras, lo confieso, me desconcertaron: nunca pensé escuchar algo tan directo y convincente en su forma de decir. Lejanamente reconocí la voz que continuaba diciendo:

fuere quien fuere lo cierto es
que nos estira en un solo ademán purísimo
y luego nos reduce de a poco a casi nada
y claro nos arranca confesiones
quejas que son clamores

Así, al escuchar: luego nos reduce de a poco a casi nada, todo se iluminó. Mi primer contacto con Mario Benedetti fue en un diario ahora extinto de la ciudad de Irapuato. Ese primer contacto, lo recuerdo bien, fue sorpresivo. Me impactó la sencillez de sus poemas. Después de ese primer deslumbramiento le seguí la pista a través de la Internet y algún libro colectivo de poemas que cayó a mis manos y advertí, pronto, que el tono claro y sencillo de sus versos fue su material preferido, además de ese estremecimiento del que ya he hablado. Luego llegaron otras lecturas, otras inquietudes, pero Mario, aunque yo no lo advirtiera, siempre estuvo allí. Ahora, al tener noticia de su deceso, mismo que ya tristemente se esperaba, recuerdo aquella solitaria noche de Madrid al preparar mis maletas para el viaje, donde Mario me ayudaba de alguna manera, diciendo:

Lento pero viene
el futuro se acerca
despacio
pero viene

hoy está más allá
de las nubes que elige
y más allá del trueno
y de la tierra firme

Y quiero pensar, al leer emocionado los versos anteriores que también, sin hacer ruido como dice más delante el poema, él estaba ayudándose a sí mismo a preparar su equipaje para que, así, ambos, llegásemos a buen destino.


José Antonio Banda (Coatzacoalcos, Veracruz, México, 1982). Ingeniero en Sistemas Computacionales por el Instituto Tecnológico Superior de Irapuato. Está en posesión del Diploma de Estudios Avanzados (DEA) en Ingeniería de Software por la Universidad Pontificia de Salamanca campus de Madrid. Miembro de la Red de Arte Joven de la Comunidad de Madrid durante su estadía en la ciudad, realizando recitales de su obra inédita. Colaborador de las revistas: Tirofijo, El Sur, Tezontle, Andamnios y el suplemento Expresso del diario Correo, del Estado de Guanajuato. Así como de la revista electrónica Dulce Arsénico, con sede en Madrid. Ha participado también en diversos encuentros de escritores dentro del estado de Guanajuato.

2 comentarios:

  1. hola, Francisco, casi casi me despido de mi antiguo blog con lo de Benedetti, pero no, le faltaba una vuelta más de tuerca, así que ahora ya está, te paso mi nuevo blog, recién estrenado, casi casi con mis 46!
    mihoax.blogspot.com

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  2. Muy bien, me lo quedo para reseñarlo más adelante.
    Un saludo.

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