sola que tú permites,
felicidad, alma sin cuerpo.
Dentro de mí te llevo
porque digo tu nombre,
felicidad, dentro del pecho.
"ven": y tú llegas quedo;
"vete": y rápida huyes.
Tu presencia y tu ausencia
sombra son una de otra,
sombras me dan y quitan.
(¡Y mis brazos abiertos!)
Pero tu cuerpo nunca,
pero tus labios nunca,
felicidad, alma sin cuerpo, sombra pura.
Pedro Salinas en Presagios (1923), incluido en Antología de los poetas del 27 (Espasa-Calpe, Madrid, 1982, selecc. de José Luis Cano).
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bello poema.
ResponderEliminarMucho si. Muy de Salinas.
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