martes, 16 de septiembre de 2008

Artículo de Marisa Carbajo sobre el libro de poemas 'Insomnia', de Enrico Espino

Enrico Espino es el nombre del poeta desvelado y el seudónimo que Henrry Di Spirito Sequea ha adoptado para culparle por todos los poemas que le nacen en las manos. Insomnia (Bohodón Ediciones, Madrid, 2008) es su primer libro de poemas publicado en solitario, ya que ha participado anteriormente en varias antologías poéticas editadas en España

Nacido en San José de Guanipa (Estado de Anzoátegui, Venezuela) y reconocido como Patrimonio Cultural de Venezuela por su labor humanista y literaria, lleva años permitiéndonos disfrutar de sus versos y de sus atinadas enseñanzas en los mejores foros poéticos de internet.

Insomnia es un poemario intimista e intenso que nos habla del desencanto vital, de la necesidad de regresar a los orígenes, a retomar el vuelo de la inocencia, y de la importancia de valerse de la poesía como escudo, o como arma, ante el dolor de la vida y la inminencia de la muerte. Del poeta es el desvelo y la satisfacción de fundar un mundo distinto, una realidad nueva con un idioma diferente:

…porque me cuesta entender un idioma donde todo

significa su nombre y los silencios

no signifiquen verdes de montaña

o las orillas frágiles de un grito…

Una nueva realidad no sólo artística, sino como vivencia esencial, que es, sin duda, lo que diferencia a muchos “escribidores” de versos de los poetas auténticos.

Enrico nos invita, desde las primeras páginas, a imaginar cómo sería ese nuevo mundo, a compartir su dolor existencial -el de todos los hombres-, sus recuerdos, siempre teñidos de un aire onírico, y nos hace partícipes de su forma de enfrentar el acto de la creación y, sobre todo, del enorme asombro de asumirse poeta:

Suena la sombra sobre el alma grave

como un tropel de árboles dormidos,

lejanamente cerca, en los latidos

del asombro final de ser un ave.

Sobrado de recursos técnicos, nos demuestra que no hay que retorcer el verso ni forzar la sintaxis para que cuadren las sílabas, porque la métrica también es un arte y Enrico, ante todo, es artista. Acertados encabalgamientos y anáforas, imágenes intensas que a veces beben del surrealismo, metáforas nuevas, atrevidas paradojas... Todo al servicio de un lirismo que rehuye de estructuras retóricas gastadas o de versos usados. Nada es gratuito en su poesía; todo responde al oficio y a su gran capacidad creativa. Y lo más importante: sin descuidar nunca la materia sonora del poema. Enrico tiene el don de la poesía, no tengo la menor duda.

Marisa Carbajo

4 comentarios:

  1. caramba Paco, se ve mal el texto, se ven los códigos de programación. Al menos en mi explorer 6

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  2. Sí, ya lo sé, cuando se transmiten códigos de Word a la entrada, cuando entras con el Explorer se ven los códigos. Lo mejor es usar un navegador que no sea de Billy Gates, el Mozilla, por ejemplo.

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  3. no conozco a Enrico Espino, pero intentaré conocerle.
    felicitaciones por tu blog

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  4. El libro está recién cocinado, imagino que en la Casa del libro lo tendrán.

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