En lo alto hay un pino torcido;
atento, escucha el abismo,
el tronco inclinado, arqueado.
Refugio de aves nocturnas,
en la hora más alta resuena
con un aleteo veloz.
Así el corazón tiene un nido
colgado en la sombra, una voz;
escucha asimismo, de noche.
Salvatore Quasimodo en Aguas y tierras (1920-1929), incluido en Y enseguida anochece y otros poemas (Ediciones Orbis, Barcelona, 1983, trad. de Carlo Fabretti).
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Así el corazón tiene un nido
ResponderEliminarcolgado en la sombra....
¡precioso!
´sin duda, estremecedor. Me alegro de que te guste. Un abrazo.
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