Escuche, qué cosa, y cosa
tan maravillosa aquesta:
un marido sin mujer
y una casada doncella.
Un padre que no ha engendrado
a un hijo a quien otro engendra,
un hijo mayor que el padre,
y un casado con pureza.
Un hombre, que da alimentos
al mismo que lo alimenta;
cría al que lo crió, y al mismo
que lo sustenta, sustenta.
Manda a su propio señor,
y a su hijo Dios respeta;
tiene por ama a una esclava,
y por esposa a una reina.
Celos tuvo, y confianza,
seguridad y sospechas,
riesgos y seguridades,
necesidad y riquezas.
Tuvo, en fin, todas las cosas
que pueden pensarse buenas;
y es al fin de María esposo,
y de Dios padre en la tierra.
Juana Inés de la Cruz, incluido en Oración litúrgica del pueblo de Dios (Difusora del Libro Tepeyac, México, 1974), e incluido en Al celebrar tu memoria. Poesía para domingos y fiestas (Editorial Sal Terrae, Santander, 2005, ed. de Casiano Floristán).
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