Si derribado caíste,
fue para elevarte más.
De hoy por siempre seguirás
al Cristo que perseguiste.
Ruega por mí, ciego y triste,
que Saulo de errores fui.
Si en el pecado me hundí,
pueda seguirte en tu vuelo.
Desde el fulgor de tu cielo,
san Pablo, ruega por mí.
Ángel Valbuena Prat en Himnos de la Liturgia de las Horas (1988), incluido en Al celebrar tu memoria. Poesía para domingos y fiestas (Editorial Sal Terrae, Santander 2005, selec. de Casiano Floristán).
Toca aquí para ir al Catálogo de poemas
...Y por mí. Amén
ResponderEliminarJajajaja, buen comentario Antonio.
ResponderEliminarSi me dices que es un autor del XVII me lo creo...es una alabanza...
ResponderEliminarPues aunque parezca mentira, aún hay personas que escriben así. Allá cada cual, jajaja.
ResponderEliminar