En un punto cualquiera de la tarde,
las hormigas, negramente, se paran
donde no cabe el tiempo ni el espacio,
y dan la sensación que buscan algo,
como el hombre. Horadan agujeros
para ver si se encuentran.
Santiago Gómez Valverde en Sombra a sombra (Ediciones Vitruvio, Madrid, 2008).
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No conozco a este poeta, pero desde luego que este poema me ha encantado, es sencillo, se entiende perfectamente.
ResponderEliminarA ver si me hago con un ejemplar de su obra,
Saludos,
Juanma
He visitado el enlace, gracias,
ResponderEliminarhe encontrado esta joya, me ha parecido magnífica:
Por la ranura
de una palabra mínima
miro tu cuerpo.
A mi también me parece muy logrado este poema.
ResponderEliminarUn saludo.
Sí, es muy bonito; muy detallado y conciso. También le dediqué a las hormigas un texto, y es que dan mucho que hablar.
ResponderEliminarExcelente, saludos.
Si es que cuando uno va a la esencia se nota.
ResponderEliminarRecordaba yo otro poema de hormigas, de Charles Simic, uno de mis poetas favoritos. Lo publiqué aquí también:
ResponderEliminarhttp://franciscocenamor.blogspot.com/2008/12/poema-del-da-soledad-de-charles-simic.html
Demoledor, bajo una apariencia entrañable.
El poema de hormigas de Charles Simis es genial. A mi también me gusta mucho Charles Simic.
ResponderEliminar¿Sabes si hay algo más publicado aparte de "Desmontando el silencio"?
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