PRIMER NIVEL
Colocaban un pañuelo debajo de los rostros mientras se besaban,
como cuando se acerca a un rostro enfermo una cuchara llena de jarabe.
Él sostenía el pañuelo. (Que no se caiga y desperdicie nada. Que no manche)
Al quitártelas con prisa, tus bragas se habían enrollado
y, retorcidas sobre el suelo, dibujaban un símbolo de infinito:
.No entiendo lo que dices ni para qué lo dices.
Además, me dijiste que habías soñado un poema.
Somos tan jóvenes...,
nos amamos: nos decimos el uno al otro animal.
-Amémonos. Anémonas.
Tu sexo, un párpado entre tu cuerpo y mi cuerpo.
¡Eres un viejo verde, no un joven! Y además, no conozco varón.
El guión sólo hablaba de "amor entre las almas", de afinidad, de "verdadero amor".
Perdiste la virginidad.
Ahora sólo quedan tres gotitas de sangre oscureciéndose en un colchón:
oxidadas lágrimas en días de lluvia.
Tres gotas, tres apóstoles:
María, el discípulo amado y Magdalena.
Juan Andrés García Román, incluido en Antología del beso. Poesía última española (Mitad doble Ediciones, Málaga, 2009, selec. de Julio César Jiménez)
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¡Caray! solo falta la vieja gitana saliendo con la sangre del himen de la virgen para convencer a los escepticos.
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