jueves, 30 de octubre de 2008

Poema del día: "Dibujo un elefante rosa...", de Óscar Aguado (España, 1977)

Dibujo un elefante rosa
en un callejón de Madrid
tapo mis venas
con el corcho que le sobra a un borracho
me despierto entre cartones
y escucho aplausos y risas de niños

dibujo un elefante rosa
un beso de una vieja pintarrajeada
el abrazo de un guiri borracho
por el centro de Madrid

y tú una luciérnaga
mientras comes un trozo de pan
y yo observo la audacia de tus pezones
por querer salir del anonimato

las estrellas ya llegan
y tú rezas un padrenuestro
y cantas una soleá
yo te escucho y doy palmas

y dibujo un elefante rosa
en el cristal de un autobús
que avanza sin nosotros
nosotros y la noche
y tus plastidecor tiradas en el andén
del metro de Gran Vía
pisadas por los polis
y los alcaldes

que no saben dibujar elefantes rosas
dibujan una trompa
y parece la escultura de una vieja

y yo quiero un elefante rosa
y tú querías un elefante rosa
ahora lo busco tras mis lágrimas
en Madrid
en el centro de un Madrid
en la Gran Vía
mirando a los lados
por si acaso se nos escapan
las marmotas y los espejos y las lagunas
por si acaso nos morimos
y tú ya no quieres saber de mí
porque la vida se equivoca allá en la calle Oxford
y tus pies tan bonitos con sus dedos
que parece que van a salir a contar un chiste

y lo busco
en el perfume que utilizas para soñar
y dentro de tu coño
porque sé que te duele que husmeé en tu coño
y grito su nombre
y tú comienzas a arrugar los labios
y haces de la comedia el drama
del desierto tu mar
porque eres avariciosa y tu mar es tu mar
y el desierto no es nada tuyo
y zas!

ya no hay elefantes rosas
ni fuera ni dentro
dejo de buscar
mientras el silencio me mira fijamente
como si hubiera hecho algo malo

y yo sólo pienso en dónde
en dónde podría buscar el elefante rosa
que pinté en una calle
de Madrid
en tu cuerpo cuando desayunabas tus crispis
y el mundo no se daba cuenta de que desayunabas
tus crispis
y Madrid se reía de elefantes rosas
porque tú me mirabas a los ojos
y mi trompa te echaba agua
y te hacía gracia todo eso
en tu piel
en la pared de una calle de Madrid
algún niño se lo habrá llevado a sus sueños
y en su almohada sus sueños
lo habrán hecho desaparecer...

a un elefante rosa
que pinté en una calle del tiempo
en la pared de tu cuerpo
en tu Madrid.

Óscar Aguado en Yo fui el negro que escribió la Biblia (Universidad Popular, San Sebastián de los Reyes, 2005).

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2 comentarios:

  1. Creo que ssabe manejar perfectamente la figura del elefante rosa para trasmitir la angustia de lo que ha perdido.
    Besos

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  2. Óscar sabe jugar muy bien con las palabras.

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