Y el brazo de Yahvéh,
¿a quién se reveló?
(Is 53,1)
¿Cómo se mide un río,
el manso embuste de su espejo,
el profundo trueno de su fondo
destino de los niños extraviados
o de los hombres que se cansan
pues en realidad son la misma cosa?
Y el olor a mañana recién hecha
sobre la orilla donde el limo pudre,
o la junquera que protege al miedo
de mis botas mojadas,
las que molieron el dorado
de las cúpulas, el azul
de los iconos,
la fresa virgen de las hembras...;
y el arrepentimiento en apertura
de granadas por mi pecho curtido,
la hierba que me sirve de camisa...
...¿a quién se reveló?
Tan sólo a Ti, y aún no es
demasiado tarde; aún no lo es.
Antonio Praena Segura en Humo verde (Amarú Ediciones, Salamanca, 2003).
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Y si es tarde ¿y si ya lo es? Es bonito pensar que nunca es demasiado tarde, que queda un resquicio de esperanza.Cristina D.
ResponderEliminarPues sí, la verdad, y como es difícil saber si es tarde, es mejor vivir dejando abierta la puerta de la esperanza.
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