Señor, cuando os llego a hablar
no sé cierto qué pedir,
si vida para servir
o muerte para gozar.
Yo os quisiera asegurar,
y vivo temo perderos;
muerto no podré ofenderos;
mas dejaré de serviros;
en fin, no acierto a pediros;
haced que acierte a quereros.
No hay dicha como la vida
en serviros empleada,
ni cosa más desdichada
que una vida mal vivida.
En duda tan conocida
que Vos elijáis espero;
la vida y la muerte quiero,
pero con tales reparos,
que, si vivo, he de obligaros,
y he de gozaros si muero.
Señor mío, haced en mí
vuestra santa voluntad,
que toda mi libertad,
os entrego desde aquí;
de Vos vida recibí,
quitádmela si queréis;
solo os pido que me deis
que nunca mi gusto hagáis,
que si el vuestro ejecutáis
lo más conveniente haréis.
María Luisa Manrique de Lara y Gonzaga, incluido en Las primeras poetisas en lengua castellana (Ediciones Siruela, Madrid, 2016, ed. de Clara Janés).
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