La dama que quiero está en el monte Tai.
Pienso ir a verla, mas es difícil el paso Lianfu.
Miro hacia el Este y las lágrimas se me caen en la túnica.
La bella me ha dado una espada incrustada de oro.
¿Con qué voy a obsequiarla? Con hermosos jades.
Pero el camino es largo y no puedo enviárselos.
Me quedo aquí, triste y desesperado.
Mi amor está en Guilin.
Quiero ir a verla, mas profundo es el río Siang.
Miro hacia el Sur y las lágrimas me humedecen la chaqueta.
La bella me dio un laúd adornado de piedras preciosas.
¿Con qué voy a obsequiarla? Con dos platos de jade.
Pero el camino es largo y no puedo enviárselos.
Me quedo aquí, triste y desesperado.
Mi amada está en Hanyang.
Quiero ir a verla, mas inmensas son las montañas de Long.
Miro hacia el Oeste, y las lágrimas me mojan la ropa.
La bella me dio un precioso abrigo de piel.
¿Con qué voy a obsequiarla? Con resplandecientes perlas.
Pero el camino es largo y no puedo enviárselas.
Triste y desesperado, lamento.
Mi adorada está en Yanmen.
Quiero ir a verla, mas fuerte es la nevasca.
Miro hacia el Norte y las lágrimas me empapan el pañuelo.
La bella me dio un rollo de brocado.
¿Con qué voy a obsequiarla? Con una mesa de jade.
Pero el camino es largo y no puedo enviársela.
Triste y desesperado, suspiro.
Zhang Heng, incluido en Poesía clásica china (Ediciones Cátedra, Madrid, 2002, ed. y trad. de Guojian Chen).
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