Página web de la Editorial Páginas de espuma
¿Desde cuando estáis editando y qué os motivó a comenzar?
Este año Páginas de espuma ha rebasado un década, y pasados estos años siguen estando vivos los motivos que nos empujaron a iniciar un camino: vocación cultural; firme creencia en que podemos aportar y sumar; pasión por algo que nos gusta mucho hacer y posiblemente es el medio de ganarse la vida que mejor sabemos hacer.
¿Qué géneros publicáis normalmente?
En ficción exclusivamente cuento: como recuerda Fernando Iwasaki, somos los únicos que nos permitimos el lujo de rechazar novelas. En no ficción es más amplio el contenido de la colección: de las memorias a los diarios, de los epistolarios a los libros de viajes, nuestra colección de ensayo tiene debilidad por la memoria compartida
¿Qué criterios tenéis a la hora de seleccionar los libros que publicáis?
En principio la selección está supeditada al gusto de sus editores. Con los años las variaciones y la evolución de ese gusto, la política de autor, la red de scouting de la editorial, etc., son ingredientes que forman parte de una decisión, editar o no editar, que siempre tiene algo de injusta y mucho de complicada.
¿Admitís originales?, ¿cuál es el canal para ponerse en contacto con vosotros?
Por supuesto, se admiten. Un correo electrónico solicitando información al respecto es suficiente. Se contesta y se indica cómo ha de enviarse y cómo será leído.
¿Cuáles son los principales problemas que encontráis a la hora de desarrollar vuestra labor editorial?
Los principales problemas a los que se enfrenta un editor independiente son de diversa índole: de los que tienen que ver exclusivamente con asuntos editoriales, especialmente de distribución y promoción (todos queremos estar en la misma mesa de novedades o en la misma página de un suplemento literario), a la confusión que se genera entre la vida personal y la editorial (uno es editor las 24 horas del día).
¿Y cuáles son las satisfacciones que recibís?
Hay una que me gusta especialmente: informar a un autor novel que su libro será editado. En este sentido, la mayoría de ellos tienen que ver con el resultado, bien sea el libro recién llegado de la encuadernación, bien el autor satisfecho porque su obra es finalmente reconocida.
Una breve valoración del mundo editorial actual…
Más allá de crisis, el sector del libro se enfrenta ante un cambio de paradigma. La inflación de títulos, la maltrecha red de librerías independientes, el modelo caduco de distribución o el ímpetu de las nuevas tecnologías, todo ello exige de los agentes del libro, del editor al librero, una reflexión y un trabajo conjunto para construir un nuevo modelo para el sector.
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