martes, 8 de septiembre de 2009

Artículo de Francisco Cenamor sobre la novela 'Cometas en el cielo', de Khaled Hosseini

Creo que son varias las claves del gran éxito obtenido en los países occidentales por la novela de Khaled Hosseini Cometas en el cielo (Ediciones Salamandra, Barcelona, 2008, trad. de Isabel Murillo Fort), de la que incluso se estrenó una película. Por un lado, una primera parte entrañable en la que cuenta la amistad del principal protagonista, Amir, con su mitad amigo mitad sirviente Hassan, sobre todo la fuerza de la amistad del segundo hacia el primero, y que Amir no hará más que poner a prueba, incluso llegando a traicionar gravemente a su amigo, traición que cambiará la historia de ambos para siempre.

Otra clave importante es descubrir algo desconocido para nosotros, una ciudad musulmana, la Kabul de los años sesenta y setenta, moderna y fascinada por el progreso social y económico, aunque, a la vez, fuertemente anclada en sus tradiciones, algo lógico, por otro lado: en los países occidentales ha sido así siempre. Pero llegan los ochenta con la invasión soviética y los noventa con los talibanes y el sueño de democracia y modernidad se viene abajo.

Es interesante, además, descubrir nuevas costumbres de una cultura lejana y desconocida. Quitarse mitos sobre ella y agrandar otros. Un ejemplo de esto es, sin duda, la existencia del racismo hacia los musulmanes hazaras, habitantes de Afganistán de origen chino y de tradición chiíta, en un país eminentemente suní. Siempre asociamos el racismo con el blanco dominante, pero no, hay muchos otros, y el que sufren los hazaras no es precisamente benigno. Y he aquí otro valor de la novela: el amigo de Amir, Hassan, es un niño hazara al que siempre defenderá hasta que…

No debemos ser inocentes, por eso señalaré como otra de las claves de su éxito el que, aún siendo una denuncia de la brutalidad de determinados regímenes políticos la mera manifestación de unos hechos, el libro no entra a valorar la participación del mundo occidental en la historia de Afganistán para que llegase a donde llegó con los talibanes, quienes, no lo olvidemos, fueron apoyados por Estados Unidos para combatir a los invasores soviéticos. Sinceramente, a cualquier asomo de crítica en ese sentido el libro nunca se hubiese convertido en el best seller que es. Pero debo decir que eso, literariamente, no le quita nada a la novela: es un buen libro.

Desde un punto de vista literario, también es un acierto su escritura sencilla y amena, con un ritmo vibrante, cercano al de las películas de trama policial cuando el escritor protagonista debe adentrarse en el Afganistán de los talibanes para expiar los pecados cometidos hacia su amigo de la infancia.

La novela tiene momentos duros, incluso muy duros, pero creo que están narrados de una manera tan natural, tan alejada del morbo o el victimismo, que integraremos estos hechos sin problema en el conjunto de la historia hasta pensar que se trata de una obra esperanzadora. En este sentido, destaca el cambio de ritmo de la novela cuando el protagonista está en Afganistán en su infancia hasta que debe marcharse, su residencia en Estados Unidos y su vuelta a Afganistán. Además, ha utilizado un buen recurso para estos cambios de ritmo: son las distintas costumbres de Oriente y Occidente las que marcan los tiempos de la narración, según en donde se encuentre el protagonista.

Por cierto, el narrador es el protagonista de la novela, Amir, el hijo de un popular y moderno empresario afgano; y he de reconocer que pocas veces, o casi, casi ninguna, me había encontrado con un narrador tan sincero, que desde el principio nos cuenta que esta es la historia de una gravísima traición que hizo en su infancia y que le marcó el resto de su vida. O de su vida en el libro, que dura hasta nuestra época, poco después de la invasión de Afganistán por Estados Unidos.

Si nos atenemos a la biografía de Khaled Hosseini, el autor de la novela, caeremos rápidamente en la tentación de considerarla una autobiografía, pues ha sabido utilizar con mucha destreza las profesiones de sus padres para basarse en las del protagonista. Incluso el que él mismo sea escritor, pero también médico, explican muchas de las cosas que nos vamos a encontrar en esta estupenda historia.

Francisco Cenamor

7 comentarios:

  1. ¿Podría ser recomendable su lectura para adolescentes?

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  2. Pues tal vez sea demasiado compleja. Además, cuando me refiero a momentos duros, me refiero a momentos de una gran violencia. Aunque a la violencia, los chavales ya están acostumbrados.

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  3. Yo la adquirí hace poco, fíjate la casualidad, eso sí, todavía no he tenido la ocasión de leerla, pues ando enfrascado en otras lecturas.

    Abrazos francisco.

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  4. A mí me gustó a pesar de algunas deficiencias, las que cuento.

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  5. La verdad esta fue una recomendación que hizo en el blog una autora y yo no lo habia leido, asi que me puse a ello.
    Y la verdad me gusto mucho.

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  6. Este es de los que tengo en cuarentena, por aquello de que nunca leo un best-seller en plena ebullición sino que los dejo reposar, por si se desintegran...

    Pero anda ya cerca de caer en el bolso, si. Me alegra leer tu artículo, me anima a dejarlo que se cuele.

    abrazos

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  7. En general tampoco leo best sellers, no por nada en especial, simplemente me gusta indagar un poco más de lo que me meten por los ojos. Creo que esta novela, si no hubiese sido best seller, la hubiese leído, vamos, que la he leído al margen de ser un best seller.

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