Entre los últimos brotes
la rosa no se ve rara,
ni la alondra al levantarse
atiende a que el sol retrasa,
o el racimo ya tardío
cuida si es mustia la parra.
Pero tu cariño nuevo
la estación piensa acabada.
Pues la alondra con su canto
siempre puebla la mañana
y la rosa y el racimo
siempre llenan la mirada,
entonces, deja, no pienses
en que es tarde. ¿Hubo tardanza
jamás para olor y zumo
o el revuelo de algún ala?
Fuerza las puertas del tiempo,
amor que tan tarde llamas.
Luis Cernuda en Con las horas contadas (1950-1956), incluido en Antología poética (Alianza Editorial, Madrid, 1984).
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Bello. Muy vivido y hasta se toca, huele y escucha. Para los siempre esperanzados....
ResponderEliminarCernuda es un magnífico poeta de nuestro siglo XX, no demasiado bien rescatado tras los 40 años de dictadura.
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