martes, 5 de agosto de 2008

Reseña del libro de poemas 'La música del siroco', de Ali Salem Iselmu


La música del siroco (Um Draiga, Zaragoza, 2008) es la música del alma cuando peregrina ajena a la realidad y en la fusión de los sentimientos renace para arrancar al aire la arena y esparcirla en pequeños versos que desbordan la conciencia, es allí cuando cala inmersa y se sumerge para hundirse en cada uno que la adopta como suya.

Es tan profunda una duna como un poema o una canción que entra en nuestros cuerpos y desaparece como lo hace el siroco cuando se funde con el agua, la palabra es belleza cuando la elevamos al orgasmo del verso y es allí donde vuela inequívoca y desafiante para brotar de nuestros labios.

Dejemos que la palabra acompañe a la imagen y desde el exilio de cada uno seamos capaces de sentir el movimiento de los ojos cuando besan el espejismo del desierto. La música del siroco es una charla permanente con el Sahara, con los camellos, con los beduinos y con el paisaje frondoso de Cuba, intenta mezclarse con el tiempo y rebuscar en las migajas de cada historia para sentirse libre en una plaza de El Aaiun, o en alguna calle de Dajla.

Condenados estamos todos a perseguirnos y ser perseguidos, mientras la poesía viaje de una montaña a otra en busca de una nueva ruta que la lleve al corazón de Tiris para jugar con sus dromedarios y pastores bajo el sonido del relámpago y las nubes.

Ali Salem Iselmu nació el 1 de febrero de 1970 en la ciudad de Villa Cisneros, cuando el Sahara era provincia española. En 1979 su familia se incorpora a los refugiados saharauis en Argelia. En 1982, con varios estudiantes saharauis, obtuvo una beca en Cuba. Desde entonces comenzó a recibir toda su enseñanza en castellano. Primero cursó los estudios de secundaria y bachiller; en esa etapa de su vida tenía especial vocación por las letras y en especial le gustaba mucho la oratoria y la poesía. En 1995 culminó sus estudios en Cuba, después de una larga estancia de trece años dentro de la cual acabó licenciándose en la carrera de periodismo. Concluidos sus estudios regresó a los campamentos de refugiados saharauis y se incorporó al departamento de español de la Radio Nacional Saharaui en el que trabajó como locutor y redactor en la sección de servicios informativos durante cinco años. El 9 de julio de 2005, en Madrid, participó en el nacimiento del grupo Generación de la amistad saharaui, al que pertenece. En la actualidad trabaja y vive en España. Ha participado en las antologías Añoranza, Bubisher, Aaiun, gritando lo que se siente, Um Draiga y Treinta y uno.

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