espumea por las comisuras, cruje en el rastrillo como polvo para maquillar
de color porcelana. MORIR, MENTIR, MORIR.
El polvo para maquillar de la profesora de piano, máscara de piel marrón, mudez sobre
manos de jazz, antiguos dedos enanos, pianissimo. MORIR, MENTIR, MORIR.
Crema para calzado en el rostro de la niña para el carnaval, disfrazada no como un actor en blanco
o negro que actúa negro en viejas películas en blanco y negro. MORIR, MENTIR, MORIR.
Ébano y marfil. Estudio. Estruendo, tocar las teclas entumecidas.
Escribir notas, desgarrar notas. Adentrarse en la oscuridad de la sonata Claro de luna
para el concierto en el Hotel Fénix. La profesora de piano aclara su garganta,
hojea la partitura. Con grietas en su máscara, articula en silencio
un “da capo”. Pasmarse ante la sonata por segunda vez.
El silencio en la sala. La fe inculcada se pierde poco después del concierto,
poco después de la confirmación. Adoran un eclipse
al que llaman Padre. MORIR, MENTIR, MORIR.
Un ronquido, el profesor de historia, la importancia de su oposición al
olvido colectivo ya en fase latente. Los cuerpos encadenados, cerca
uno de otro como en una fosa común sistemática, una fosa común sistemática:
los esclavos en el dibujo del barco de esclavos danés en el libro de texto. El ho/rror
como una bomba histórico-nacional cronometrada en el cerebro del niño.
Mi cabeza es blanca. También cuando me baño. Blanco, blanco, blanco
por doquier. MORIR, MENTIR, MORIR.
El horror a lo más blanco. El lirio en el cabello de Billie Holiday.
Los dos cuellos de cisne que forman un corazón en la caja de cerillas de las bodas de plata.
Las capuchas del Ku Klux Klan. Los dientes de leche. El velo de novia sobre el cráneo.
Las máscaras de yeso. Las cubiertas de papel en los jacintos. Los lirios del valle triturados
para mezclarse con la bilis de oso evaporada, corazón de lobo y calaveras
pulverizadas de criminales ejecutados: antiepilépticos. Semilla. Semilla.
El bordado inglés del vestido de graduación. El bordado inglés
en conjunto. Bordado as such. La nieve en la Plaza Roja.
Los cráneos reflectantes sobre la cuna. Luz estroboscópica
en el bosque de abedules. Luz estroboscópica en el bosque de abedules. Luz estroboscópica en el bosque de abedules.
El ruido blanco. Un ruido más blanco. El ruido más blanco.
La grabadora en la leche fantasmal de la piscina bajo la luz de la luna.
La grabadora en el charco de sangre bajo la luz de la luna.
Braille en la página ensangrentada bajo la luz de la luna.
La blanquísima luna. La tecla de repetición al rojo vivo.
MORIR, MENTIR, MORIR, MORIR, MENTIR, MORIR, MORIR, MENTIR, MORIR.
Mette Moestrup en MORIR, MENTIR, MORIR (2012), incluido en Periódico de poesía (20 de junio de 2022, UNAM, México, trad. de Rodolfo Herrera López).
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