a escalar los vientos
como las hojas de los árboles
para abono para fuego
qué importa
otras épocas harán de nuestras almas sílices
cuidado con los pies desnudos
estaremos en todos los caminos
cuidado con la sed
cuidado con el amor
cuidado con el tiempo
vimos la arena
vimos el escollo
quién lo ignora
tenemos los ríos y los árboles
quién lo dirá
creímos
creímos
quién lo negará
recogimos llenas de carpas nuestras redes
bastaba un instante
el mundo era salvado por el silencio
pero he aquí
que el mar salta el escollo
pero he aquí
que el escollo vuelca el mar
a lo lejos se van los siete ríos
a saber para quién cantan las hojas
queda un río
y la llave de los sueños en sus flancos
pero cuando a saber por qué
cantan las hojas
ah pena pena
hurra los truenos
andar con los puños cerrados
andar primero
contar las estrellas
y saltar por sobre las junglas
por eso no ser hiena ni pitón-rampa
luego aplaudir a un río
las ciervas las cebras y las gacelas
luego saltar con él por sobre la ola
la hormiga dice
voy a despedazar al búfalo
eh abandona el río
y se vuelve mujer-rana
las libélulas danzaban
veladas de azur y de polen
queda el río
y el arco iris
en la orilla un anciano
anciano lava tu llaga
pero dile a mi madre dile a mi padre
que aquí estoy mujer-caimán
que aquí estoy amante-cocodrilo
oh madre amante-cocodrilo
oh padre mujer-caimán
anciano lava tu llaga
los peces del agua vieron esas lágrimas
escupieron para salvar esas lágrimas
pero las gaviotas hicieron una mueca de disgusto
pobre ahogada guarda tu lecho de río
nos queda ese río
y el arco iris
voladizo
cotorras portadoras de totems
el monte entre sus troncos
hace danzar fieras viscosas
y grité
por sobre las junglas
está la rectitud del camino olvidado
pero he aquí la arena
a lo lejos está el mar
pero he aquí el huevo
un cascarón rodea
su vida
callarse o llorar simplemente
el niño duerme
la madre se olvida
la lechuza ulula
la luna está tranquila
el tiempo pasa
la luna desaparece
la flor de agua se rompe
el niño duerme
se muere la madre
los caimanes quebraban el agua
con sus colas
búho soñoliento no esperes la noche
porque no basta gritar a la violación
así saltó el astro inicial
porque el escorpión nunca fue vicioso
un millar de hormigas va a destrozar al búfalo
que degolló el cordero delante de los hombres
café bananas algodón tapioca
muera muera quién querrá
no basta recrear la violación
una mañana
una clara mañana
se acabaron los totems y sus cotorras
una mañana
una clara mañana
se acabaron las hojas por todas partes
a lo lejos se fueron
siete ríos a mares perdidos
el niño duerme
el tam-tam se propaga
la luna está tranquila
el tiempo pasa
en sus monturas de silencio.
Tchicaya U Tam'si en Feu de brousse (1957), incluido en Diwan africano. Poetas de expresión francesa (Editorial Arte y literatura, La Habana, 1988, selec. y trad. de Rogelio Martínez Furé).
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