para encontrarme con el pavo
hablando de él
imagino las carúnculas de su cuello
parecidas al pañuelo rojo que me ponía de niño
también quiero saber
¿cómo pudo atravesar los océanos
para llegar a China desde tan lejos?
hoy debo agradecer
a los indígenas mexicanos
que domesticaron el pavo salvaje
no tuve la suerte de apreciar su cola en forma de abanico
no pude ver ni siquiera una de sus plumas
lo que veo
ciertamente es un pavo
pero las manos de alguien ya arrancaron
el plumaje largo de su pecho (seguramente hermoso)
y de las carúnculas en su cuello
ya quedan muy pocas (quiero seguir buscando)
sentado en la mesa del comedor
toco mi cuello
la áspera manzana de Adán sigue allí
oh, pavo, pavo
bonito has de haber sido
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