Olvidar que, como ayer, todo fue igual
y tener la obligación de amontonar flores
que te sarmienten y acopien
de historias que puedan alzarnos
para contar nuestras vidas aquí,
largamente los unos con los otros,
sabiendo que la tristeza es júbilo
porque el tiempo hará con su brazo la seña
cuando hables para no decirnos
las nostalgias que despedazamos
como esas flores de truculencia
que ya no ríen porque sí recuerdas
servidumbre más triste hacia ti mismo.
Luis Bravo Velasco, incluido en Nayagua. Revista de poesía (nº 37, mayo de 2024, Fundación Centro de Poesía José Hierro, Getafe).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tomo la palabra: