Amor mío, sin cuevas de leones enlazado.
Colores más antiguos retornan a mis ojos
y el tiempo los confunde sobre mi azul filial.
¿Dónde hemos de asentarnos si hay cinco orientaciones
cardinales y elijo con pasión la del vuelo?
Ay mi anillito de oro, mi anillito plomado:
démosle vacaciones al ave migratoria
y música a las aguas para goce y recreo
de la trucha en el río.
Mas llevaré el jersey porque a la hora de prima
refresca crudamente.
María Victoria Atencia en El mundo de M. V. (1978), incluido en Ex Libris (Visor Libros, Madrid, 1984).
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