(Esto no es un poema, al menos no fue concebido por Anna Ajmátova como tal. Lo incluyo en el catálogo por su fuerza poética y la bella imagen que muestra).
En los terribles años de Yezhov pasé diecisiete meses en las colas de las cárceles de Leningrado. En una ocasión, alguien, de alguna manera, me reconoció. Entonces una mujer de labios azules que estaba tras de mí, quien, por supuesto, nunca había oído mi nombre, despertó del aturdimiento en que estábamos y me preguntó al oído (allí todas hablábamos en voz muy baja):
-Y esto, ¿puede describirlo?
Y yo dije:
-Puedo.
Entonces algo parecido a una sonrisa asomó por lo que antes había sido su rostro.
1 de abril de 1957. Leningrado.
Anna Ajmátova en Réquiem. Poema sin héroe (Ediciones Cátedra, Madrid, 1994, trad. de Jesús García Gabaldón).
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Uffff
ResponderEliminarImpresionante!!
maravilloso. La sonrisa tiene una fuerza expresiva impresionante.
ResponderEliminarme presento de nuevo, antes te dejé un comentario pero no sé porqué no se publicó.
un saludo
Sí, a veces se escribe el comentario y de repente es como si se hubiese quedado enganchado y hay que escribirlo de nuevo. Es lo que tienen las herramientas gratuitas, jajaja.
ResponderEliminarBienvenido, Velpister.
No es una sonrisa, es "algo parecido a una sonrisa",la vida en una carcel Rusa en aquellos años debía ser monstruosa...pero por experiencia se que cuando estas inmerso en una realidad, la haces tuya y los signos externos varian, pero permanecen.
ResponderEliminarInteresante apreciación: "algo parecido a una sonrisa".
ResponderEliminarFascinante.
ResponderEliminarY poder escribirlo...
¡Qué belleza!
Un beso.
Soledad.
Debe ser duro vivir algo así para escribir algo así.
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