La vida y la muerte tiemblan
como cuerdas de la misma guitarra.
La soledad de la basura donde
duerme siempre el mismo hombre,
los tacones de la pobreza, altos,
y el maquillaje inútil de aquella
mujer, lejos de engañar a nadie.
Dicen
que la vida es un maravilloso
verso interminable. Lo dicen,
pero no saben.
Pablo Méndez en Cadena perpetua. Antología (1993-2001) (Ediciones Vitruvio, Madrid, 2002).
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Un poco de realidad...
ResponderEliminarSí, pero sólo un poco, eh.
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