miércoles, 14 de abril de 2010

Ignacio Gómez de Liaño nos habla sobre su nuevo libro de poemas, 'Carro de noche', editado por la Editorial Los libros del aire

La mayoría de los poemas recogidos en este libro (Carro de noche. Poesía 1972-2005, Editorial Los libros del aire, Madrid, 2010) fueron escritos en el espacio de unos quince años, entre mediados de los años setenta y comienzos de los noventa. De los escritos con anterioridad no incluyo aquí casi ninguno. Pues si los más tempranos, alumbrados en la adolescencia, no sirven más que para saber quiénes eran los poetas que más me influían entonces, los que les siguieron, en los tiempos de la Universidad, muestran, sobre todo, las vías de des-construcción y re-construcción que seguí a fin de llegar algún día a levantar mi propia morada poética.

Además, no poca de la poesía que hice en los años que van de 1965 a 1974 discurría por esos caminos de la vanguardia que se llamaron poesía concreta o experimental y que, en mi caso, derivaron hacia la poesía de acción y pública a través de poemas que tenían en las calles, plazas y cielos de la ciudad la página que les servía de soporte, o se plasmaban en objetos, a menudo enviados por correo, y en acciones que trataban de enseñar a vivir de otra manera. Nada de eso figura en este libro, como tampoco los excursos poéticos que se dejan ver con frecuencia en los primeros años de mi diario, iniciado a comienzos de 1972, ya que, fuera de su contexto, pierden —me parece— una buena parte de su razón de ser poético-existencial.

Entre 1972 y 1974 escribí numerosos poemas, generalmente breves y conceptuosos, como parte de un experimento poético emprendido en la Ibiza del verano de 1972. Algunos aparecieron en revistas de finales de los años setenta y comienzos de los ochenta, y se destacan, de forma más completa, en dos novelas, Musapol (Editorial Seix-Barral, Barcelona, 1999) y Extravíos (Ediciones Siruela, Madrid, 2007); concretamente, en 'Las Salas de Salas' que sirven de apéndice a la primera, y en las dos primeras partes de la segunda que, protagonizadas por un poeta llamado Celso, se titulan 'Búsquedas en ambos hemisferios' y 'Experimentos en el Extremo Oriente'.

Descartados esos textos y con las salvedades que acabo de hacer, el presente volumen abarca prácticamente toda la poesía que he escrito en mi vida o, al menos, la que he estimado digna de publicación. En términos cuantitativos, la primera mitad vio la luz en 1982 con el título de Nauta y estela (Ediciones Hiperión, Madrid, 1982), mientras que la segunda se compone de poemas, ya inéditos ya publicados en forma de folleto, libro de arte, catálogo o revista. Entre los títulos de las siete partes en que he dividido este libro, unos —Nauta y estela, La caza de Acteón, Domus Aurea y cuadrados— corresponden a títulos ya existentes, otros —A la vista del agua y Poemas desplazados— reúnen poemas según un criterio temático en el primer caso, y combinando algunos de los más antiguos con algunos de los más recientes, en el segundo.

El título de Carro de noche pertenece originalmente a un libro que quedó en proyecto a mediados de los años ochenta. A los poemas que albergaba he añadido otros que, por tono, tema e incluso época, se ajustan bien a aquel proyecto. Ignoro las razones por las que he dado ese nombre al conjunto.

Ahora, cuando sobrevuelo el territorio y observo este nocturno vehículo, me doy cuenta de que mi pasión poética sólo dio fruto en unos pocos años de mi vida, cuando la efervescencia de la imaginación iba a la par que el ímpetu de los afectos y la disponibilidad del espíritu. El día en que noté que para escribir un poema debía forzar la máquina, y, sobre todo, cuando advertí que empezaba a repetirme, dejé de cultivar ese género literario —el género tal vez de los géneros— aunque no perdí, ni he perdido, la esperanza de volver a hacerlo algún día.

Ignacio Gómez de Liaño

2 comentarios:

  1. Un artículo interesante, habrá que leerlo para juzgarlo.
    Me gustaría felicitarte por el blog y decirte que llamó especialmente mi atención la entrevista a la escritora Antonieta Madrid, me encantó.

    Continuaré pasando por este maravilloso blog.

    Un abrazo.

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  2. A eso encamino mi trabajo en el blog, a que sea interesante. Me alegro de que te haya gustado.
    Un abrazo.

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