martes, 17 de marzo de 2009

'La luminosidad de Baudelio Camarillo', artículo de José Antonio Banda sobre el poemario 'La noche es el mar que nos separa', del poeta mexicano

En Baudelio Camarillo podemos encontrar de forma constante una emoción clara que nos invita insistente a recitar sus poemas en voz alta; emoción, es necesario decirlo, nunca enmascarada por la oscuridad de intelecciones innecesarias. En La noche es el mar que no separa (Ediciones La rana, México, 2005), obra premiada con el 'Efraín Huerta' en el 2004, la sensibilidad encontrada en los poemas incluidos en el libro En memoria del Reino (Instituto Nacional de Bellas Aartes/Editorial Joaquín Mortiz, México, 1994), persiste. En esta obra anterior leemos: Ya no dormiré a oscuras esta noche: cuando un instante brilla es para siempre Lo perdurable de esta luminosidad la podemos confirmar a lo largo de la obra de Camarillo, desde Espejos que se apagan (Universidad Autónoma de Zacatecas, 1989) hasta La noche es el mar que nos separa donde leemos a manera de declaración de principios: Para ascender por la espiral interna de la torre la claridad total es necesaria. En la antología La tentación de Orfeo (Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato/Ediciones La rana, 2001), Eugenio Mancera nos dice: “hay [en la obra de Camarillo] un permanente acto de recuperación sensible de la[...] infancia”, lo cual se comprueba en el poema Sueño sobre sueño incluido en La Noche es el mar que nos separa: Cuando yo era niño había una casa en ruinas en un solar cercano a nuestra casa. Mi madre conoció a sus moradores, mas yo nada recuerdo sino paredes viejas que sólo en mi memoria permanecen de pie Esta recuperación de la infancia no es el único tema de Camarillo, la evocación del acto amoroso es presente también en su obra como un remanso, una fortaleza y una búsqueda de luminosidad que inicia con fuerza en los poemas de Arpegios incluidos en el libro En memoria del Reino y prolongada en La noche es el mar que nos separa con gran expresividad, denotando un discurso de delicado lirismo. El poeta, en un poema significativo de La noche..., nos dice: Ebrio de tanta luz, a ciegas casi, avanzo hacia tu cuerpo. Un mediodía de espejos te refleja desnuda. Soy la sombra del árbol donde tus aguas pasan. Soy la oscura presencia que te habita un momento, sólo breve momento Sin embargo, el poeta es consciente de sus limitaciones, de que su evocación de la amada, quizás no pueda ir más allá de ese momento en donde se encuentran los amantes, así en otro poema afirma: Breves son estos versos que te escribo y caducos también. Nunca podré escribir un poema tan largo y tan eterno como tu cuerpo sobre el mío. Baudelio significa el cuerpo de la amada como algo inabarcable por su oficio poético definiendo este como breve, aunque sus versos resuenen en nuestros oídos mucho tiempo después de haberlos escuchado. Baudelio Camarillo nació en Xicoténcatl, Tamaulipas (México), en 1959. Ha publicado los libros de poemas Espejos que se apagan (1989), La casa del poeta y otros poemas (Editorial Cuarto creciente, México, 1992), En memoria del reino (1994), y Poemas de agua dulce (Editorial Praxis, México, 2000). Entre los reconocimientos que ha recibido está el Premio de poesía 'Aguascalientes', en 1993, y el Premio 'Efraín Huerta', en 2004, por La noche es el mar que nos separa. José Antonio Banda

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