Salvo el espacio donde prosperan las plantas, ningún lugar está asignado y su uso cambia con las horas del día.
El tatami es ángulo de lectura para isquiones ágiles, y de exploración de fotos el domingo una vez enrollado el futón.
Buches y cepillado de dientes se despachan enérgicos en el fregadero, mientras que el umbral de salida lo es de entrada del mundo en la retina.
No monotonía, sino intermitencias del corazón.
Noni Benegas, incluido en Nayagua. Revista de poesía (nº 39, junio de 2025, Fundación Centro de Poesía José Hierro, Getafe).

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