erguidas las chimeneas;
humo gris y cielo gris...
un barco leva sus áncoras
y extraño rumor tramonta,
de pretéritas regiones.
el bosque duerme su siesta
de lluvias y de ventiscas
y los molinos del viento
son rondines en los campos del esplín.
en las barracas hay tedio
y hay un poco de miseria
bajo el cielo de París...
mañana será lo mismo
cuando mis ojos no estén:
erguidas las chimeneas
humo gris y cielo gris...
Antonio Ávila Jiménez, incluido en El árbol y la piedra. Poetas contemporáneos de Bolivia (Monte Ávila editores, Caracas, 1986, ed. Eduardo Mitre).
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