no cabalga cabalga
Su mar es el bosque
que le sirve de nivel
En el crepúsculo espejea
sol y luna en los costados
Por eso al tiempo le gusta
quedarse con él
Los armadores no aman
su rueda clara
(Vista en movimiento
se diría que para)
Cuando llega a la ciudad
ningún puerto le abriga
Su bodega no trae nada
nada se lleva a la partida
Voces y aire pesado
es todo lo que transporta
(Y en el mástil que espejea
una especie de puerta)
Sus diez mil capitanes
tienen el mismo rostro
La misma cinta oscura
el mismo grado y puesto
Cuando uno se rebela
hay diez mil insurrectos
(Como en los ojos de la mosca
se reflejan los objetos)
Y cuando uno de ellos jala
el cuerpo sobre los mástiles
y escruta en el mar del fondo
Toda la nave cabalga
(como los astros en el espacio)
Desde el principio del mundo
hasta el fin del mundo.
Mário Cesariny en Obras de M. C. (1980-1982), incluido en Antología breve de la poesía portuguesa del siglo XX (Instituto Politécnico Nacional, México, 1998, selec. y trad. de Mario Morales Castro).
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