martes, 8 de octubre de 2024

Poema del día: "Descubrimiento de este tiempo", de Archibald MacLeish (Estados Unidos, 1892-1982)

No fue por los poetas

Nadie pidió prestados una pareja de perros y un revólver y
aliñó y se fue; con la tarde siempre delante:
con el tordo a la izquierda del sol:
siguiendo el curso errante del agua: levantando un techo sobre
cuatro pies de nieve acuosa en la espesura:
trayendo después las pruebas en un saco —un ave fría— un
pájaro grande: matado en el nido y sin un nombre que darle.

Ninguno se fue. Nadie buscó el camino para venir aquí
No fue por los filósofos
                       Nadie se sentó frente a un mapa del
mundo entero: midió el rumbo de las estrellas: de
los manuscritos en botellas: calculó el vuelo del chorlito:
marcó las direcciones del compás en la carta—
“Aquí ha de haber islas".

“Aquí han de estar esas costas".

“Una costa se ha de ver aquí donde están los delfines".

Nadie se lo imaginó una bella mañana
montado en un tonel de vino junto a una mar picada
con una pipa encendida y un pedazo de plomo y la punta de una tabla...

(Y se embarcaron y había troncos de árboles en el mar).

No fue por los conquistadores tampoco

                       Nadie nos trajo aquí.
Nadie nos puso en fila en un solar de pueblo:
nos embarcaron en lanchones: pelearon en la punta tempestuosa:
caminaron tres días en el desierto:
hallaron los elefantes: les pegaron; enterraron los muertos en
un círculo:
           Y a la noche siguiente al oeste de nosotros
gaviotas en la arena: las alas innumerables.

Hay líderes suficientes y dicen lo que se dice con la boca, pero
¡ninguno nos trajo aquí!
                                        Nadie tocó el tambor...
Trajinó a ese sitio...
                                Marcó las costas y los puertos...

Vinimos por nosotros mismos

                                Miramos y hemos venido.
Hubo una vez un día que dejamos nuestras vidas y aquí nos quedamos
hubo un día que nos fuimos —el vecindario
vendiendo las tierras: dejando el ganado en la dehesa:
dejando la llave en el candado y la torta en la mesa:
sin perder que la puerta dé un portazo: que la pipa gotee...

Hubo un día que miramos y hemos venido aquí.

Nadie lo descubrió. Nadie lo intentó tampoco.
Estábamos todos nosotros —todos juntos— y hemos venido.

Archibald MacLeish, incluido en Antología de la poesía norteamericana (Fundación editorial El perro y la rana, Venezuela, 2007, selec. de Ernesto Cardenal, trad. de José Coronel Urtecho y Ernesto Cardenal).

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