que no porta ni un céntimo, me fija
la obsesión de llegar a ser un pillo
si no quieres hacerte a la sortija
que ahí te voy a mandar: es un anillo
que finge una pequeña lagartija
con dos ojos... Verás que por el brillo
de sus ojos no es una baratija.
Porque tú, gran pintor, músico, aeda
y un famoso industrial, que no se hospeda
sino en la magnitud de sus ingresos,
bien me puedes mandar —pero no a trueque
de la sortija— un apreciable cheque
por una suma de unos cuantos $...
Luis Carlos López, incluido en Ajuste de cuentas. La poesía colombiana del siglo XX (Aghata Editorial, Palma de Mallorca, 2014, ed. de Harold Alvarado Tenorio).
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