En cántico entono batalla ordenada
de tiempos remotos antigua inventada:
prudentes y sabios hombres la ordenaron
y en órdenes ocho su marcha trazaron.
El orden en todo: que en ellos dispuestos
se ven en la tabla, guardando sus puestos,
con ocho distintas cuadradas secciones
en dos campamentos osados varones.
Sus fuertes reales los reyes colocan
y a guerra segura sus faces provocan;
y a veces continuo se ven caminando
y firmes animan a veces su bando;
mas en sus contiendas no sacan espadas,
pues son lides de ellos lides figuradas.
Tal vez quien revueltos los dos campos vea
que son idumeos y cúseos crea.
Menean cúseos en guerra sus manos
y en pos idumeos se ostentan lozanos,
y van los infantes siempre a la cabeza:
que es guerra de frente, de hidalga nobleza.
Mas el elegante en guerra marchando
se acerca al costado astuto acechando,
y va como el Phérez (que es su primacía),
en tanto que aquél por tres puntos guía.
En lid el caballo con planta ligera
sigue, cual le place, camino cualquiera.
Ora prevalecen aquí los cúseos
y huyendo a su vista van los idumeos;
y ora Edom sobre ellos se mira triunfante,
sus reyes vencidos con pena humillante.
Mas de nuevo al punto la guerra encendida,
los ya degollados recobran la vida.
Abraham ibn Meir ibn Ezra, incluido en Poesía de Al-Andalus (Asociación Andaluza de Profesores de Español Elio Antonio de Nebrija, Sevilla, 1999, varios trad.).
Traducir poesía es difícil, pues el lenguaje poético utiliza palabras no sólo en función de su significado sino también por su poder evocador o connotador, e incluso por su sonoridad, pero lo que es absurdo, a mi juicio, es traducir un poema intentando mantener la rima. En este caso es de perogrullo que las palabras que riman en árabe no riman en español, y por tanto la traducción ha de estar forzosamente forzada (valga la redundancia). Me parece más honesto y respetuoso traducir las palabras limpiamente por su equivalencia semántica en el idioma de destino, y a continuación informar al lector de que, en el texto original, los versos riman (pudiendo incluso precisarse si la rima es en asonante o consonante o si se trata, como en este caso, de pareados). Pero mantener la rima en una traducción me parece un completo dislate.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo, pero la facción más ortodoxa de los traductores ha tenido mucha influencia hasta hace dos días.
EliminarAJEDREZ
ResponderEliminar“Al ajedrecista, su ingenio lo asista.”
El juego maestro,
mágico ajedrez,
piezas de alabastro
tienen altivez.
Monarca la clave,
la reina lo sabe,
dos torres gemelas
serán sus estrellas.
Alfiles gloriosos,
poder con caballos,
peones enjundiosos
son grandes vasallos.
Partida de Dioses,
humanos sin poses,
en terso tablero,
partiendo de cero.
Con la inteligencia
de su quintaesencia.
usar el cerebro,
¡la mente celebro!
Ir multiplicando,
un ocho que brega,
por ocho ganando,
cual buen estratega.
Son sesenta y cuatro
casillas alternas,
blancas que idolatro
mis negras fraternas.
En toda apertura
fuera la premura,
no desesperar,
pensar al actuar.
Estar concentrado,
bien posicionado,
evitando craso error,
ese “mate del pastor”.
Quien tiene talento
debe de triunfar,
el que estudia, atento,
no puede fallar.
Saber defender,
la meta es vencer;
luego, al atacar,
tacto destacar.
Ver para adelante
al retroceder,
practicar variantes,
nunca hay que ceder.
La dama preciosa,
grácil mariposa,
móvil, intuitiva,
a victoria aspira.
Táctica, estrategia,
perspicacia regia,
férrea iniciativa
rivales cautiva.
Emplear la conciencia,
bizarra experiencia,
el Rey proteger,
para no perder.
Respetar el tiempo,
sabio pasatiempo,
reloj, porque somos . . .
aliados de Cronos.
Tablas, fiel madera,
contrarios modera,
que no haya encono,
si llega abandono.
Enroque, gambito,
a triunfar te invito,
lograr jaque mate
al fin del combate.
Apretón de manos . . .
torneos de hermanos,
sin suerte, ni azar,
competir, gozar.
Ante la derrota,
alma queda rota,
tendrá que ser digna
para esta consigna:
Jugador de ciencia,
deporte y paciencia,
cuadrado fue cancha,
¿aceptas revancha?
Los Clubes formar,
la Unión afirmar,
¡por siempre ajedrez,
. . . para la niñez!
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., a 13 de octubre del 2008
Dedicado a mi padrino, gran jugador de ajedrez, Don Rodolfo Galindo Arellano
Reg. SEP Indautor No. 03-2008-101313351700-01