todo es como siempre somos siempre cuatro
sentados en los cuatro lados hay una gran calma
está todo en orden en el centro el pan y el vino
en un blanco mantel con bordado de vainica
en la ventana el níspero de verdes hojas relucientes
y una hermosa luz que entra y parece acariciarnos
las paredes nos miran blancas como otras veces.
Hay personas que permanecen serenas juntas
quietas en su lugar con la alegría del descanso
y de ser reconocidas como pájaros en la nieve.
Poca cosa es el llanto de años amargos un soplo apenas
el hecho de cojear los tres sólo un recuerdo borroso.
Lo que queda es un sueño más que un instante de eternidad.
Gabriella Sica, incluido en Altazor. Revista electrónica de literatura (1ª época, año 2, agosto 2020, Chile, trad. de Emilio Coco).
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