no silenciaré el canto del ruiseñor con mis lágrimas
en el árbol de la vida
las hojas son extranjeras las unas para las otras
y una gota de rocío es un mundo distinto.
Luca Signorelli lo sabía:
la muerte de Dios no impide que madure la fresa silvestre
el sufrimiento de Magdalena bajo la cruz
no detiene el vuelo de la mariposa.
Urszula Kozioł, incluido en Poesía polaca contemporánea (Ediciones Rialp, Madrid, 1994, selec. y trad. de Fernando Presa González).
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Es tecna y profunda
ResponderEliminarUn gran desencanto.
Eliminar..muy profunocy certero...por más,que uno desee el mundo no se detedrá
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo.
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