Holgazanería, ¡por fin voy a dedicarte
también a ti una loa!
¡Oh,... qué... pesado... se me hace
cantarte con dignidad!
Pero trataré de hacerlo lo mejor que pueda:
Tras el trabajo es bueno descansar.
Máximo bien del que te posee,
cuya vida sin molestias...
¡aaah,... bostezo!... me vuelvo... desganado.
Bueno, me perdonarás
que no pueda cantarte:
eres tú quien me lo impide.
Gotthold Ephraim Lessing, incluido en El Lied clásico. Haydn, Mozart y Beethoven (Ediciones Hiperión, Madrid, 2003, selec. y trad. de Judit G. Viloria).
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Un gran sentido de humor. Excelente...
ResponderEliminarSi, riéndose de si mismo, jajajajaja.
EliminarSiempre ha sido de actualidad, como si fuera escrito hoy mismo.
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